12 castillos medievales en España que tienes que visitar
La época medieval ejerce fascinación sobre muchas personas, quienes disfrutan imaginando las justas entre los caballeros. Una forma de revivir estos momentos es visitando los castillos medievales dispersos por toda Europa.
En España se estima que hay unos 20.000 castillos medievales, aunque solo se tiene registro de un poco más de 10.000. La mayoría de estos se encuentran en Castilla (tierra de castillos) aunque hay muchos distribuidos por todo su territorio.
Los castillos españoles son monumentales, encontrándose desde el único con planta redonda en Europa hasta el que inspiró el castillo de Blancanieves. Para que conozcas un poco más de esta parte de la historia y planifiques unas vacaciones diferentes, te presento algunos de los castillos medievales de España que tienes que visitar.
12. Castillo de Bellver, Mallorca (Baleares)
A unos 3 km de Palma de Mallorca te sorprenderás con esta exquisita edificación del más puro estilo gótico catalán, levantada por orden de Jaime II de Mallorca en el siglo XIV. La vista panorámica de este castillo es bastante impresionante, recreando las maravillas de las justas medievales.
Fue edificado sobre una colina que tiene más de 110 metros de altura, desde donde domina gran parte de la isla. Está rodeado por el majestuoso bosque de Bellver, pero desde sus torres podrás disfrutar de vistas únicas de la sierra Tramontana, la ciudad de Palma de Mallorca o el Pla de Mallorca.
El castillo de Bellver (Bella Vista) es uno de los pocos en Europa que tiene una planta totalmente circular, siendo el más antiguo en su tipo. Asimismo, su Torre del Homenaje y las tres torres adosadas son circulares.
Aproximadamente una sexta parte del castillo fue construida utilizando el marès, una piedra arenisca autóctona de Mallorca, muy fácil de trabajar. Su Torre del Homenaje tiene casi 34 metros de altura, dividida en cuatro plantas, estando la inferior diseñada como un depósito de agua para el castillo.
Cuando vayas a Mallorca, no puedes dejar de conocer esta fortaleza medieval única en su tipo, pero no planifiques en lunes, ya que está cerrado. Puedes llegar en coche o en autobús, los horarios cambian entre temporadas y te recomiendo reservar una visita guiada.
11. Castillo de Butrón, Vizcaya (País Vasco)
Un típico representante del estilo neogótico, este majestuoso castillo se encuentra alejado de centros poblados en la zona de Gatica. Comenzó a construirse en el siglo XI, cuando se agregó una torre medieval a la antigua casa de Butrón que se remonta al siglo VIII.
Durante el siglo XIX este castillo sufrió una profunda remodelación ordenada por su dueño, el marqués de Torrecilla. Este quiso darle un estilo que recordará a los castillos de Baviera, siendo diseñado por el marqués de Cubas, quien agregó numerosas almenas y ventanas.
Para reconocer la parte más antigua del castillo, observa la diferencia en el color de la piedra, particularmente en la base de los torreones.
El castillo medieval original quedó totalmente en ruinas y de esta construcción solo se conserva la planta baja de uno de sus torreones. Los muros del castillo se construyeron con piedra y tienen un grosor de 4 metros, que lo hacen una fortaleza muy sólida.
Este hermoso castillo se encuentra cerrado y algo abandonado, por lo que no puedes visitar su interior. Para ver la parte exterior, solo tienes que acercarte en coche y recorrer sus alrededores, para tomar fotografías y disfrutar del paisaje que lo rodea.
10. Castillo de Ampudia, Palencia (Castilla y León)
Uno de los mejores representantes del clásico castillo que funcionaba como palacio de los señores castellanos, la edificación fue levantada en el siglo XV. La planta es trapezoidal y en origen tenía 4 torreones en sus ángulos, pero la llamada Torre de Malpique se dice que fue derrumbada por la acción de un rayo a principios del siglo XX.
El edificio está rodeado por un foso y aún se observa parte del puente de piedra en el que se apoyaba el puente levadizo. En la fachada del castillo se aprecia el escudo de armas del duque de Lerma y en área interior se encuentra un patio porticado que lleva a las tres alas de la edificación.
Al ir al castillo de Ampudia no dejes de tomar una visita guiada especial por sus lugares ocultos, como las mazmorras y la biblioteca. Para finalizar celebrarás brindando con una copa de vino.
En las instalaciones del castillo de Ampudia reposan las colecciones del mecenas Eugenio Fontaneda, quien además se encargó de restaurarlo. Estas se encuentran en seis salas temáticas, como la de arqueología juguetes o arte sacro.
Para visitar el castillo de Ampudia, es necesario reservar una visita guiada de al menos 15 personas y abren a partir de las 12:00 m, excepto los lunes que está cerrado. Para el recorrido de los sitios secretos, tienes que contar con al menos 5 visitantes.
9. Castell de Santa Florentina, Barcelona (Cataluña)
Una hermosa edificación medieval que data del siglo XII y que fue construido sobre lo que fue una fortificación romana. En el siglo XIV se agregaron dos torres al castillo a fin de defenderse de los ataques piratas, que eran comunes en la época.
Este castillo se encuentra en Canet del Mar y originalmente perteneció a los condes de Canet y fue pasando a sus descendientes. A finales del siglo XIX su propietario Ramón Montaner i Vila decidió hacer una renovación, encargándola al famoso arquitecto modernista catalán Lluís Domènech i Montaner.
Un dato curioso es que el Castell de Santa Florentina es una de las locaciones de la famosa serie Juego de Tronos. Corresponde a la casa de los Tarly, así que si eres fanático de la serie no puedes dejar de visitarlo.
En esta restauración Domènech respetó las proporciones y estética góticas, pero incorporó en su interior diversos elementos modernistas. Entre estos destacan vitrales multicolores así como hierro forjado y madera tallada, que lo hace un espacio muy innovador.
Lo mejor para conocer este hermoso castillo es reserva una visita guiada, aunque si lo prefieres tienes la opción de audioguías. Permanece cerrado los lunes y cuenta con visitas especiales a lugares secretos de la fortaleza, además de la posibilidad de celebrar eventos, como bodas, en sus instalaciones.
8. Castillo de Manzanares el Real, Madrid
Se considera el castillo mejor conservado de la región de Madrid y su construcción se remonta al siglo XV. El mismo se edificó sobre una antigua ermita de estilo románico mudéjar y es un excelente representante del llamado gótico isabelino.
La fecha en que fue construido coincide con un cambio en la visión de los castillos más como residencias palaciegas que como fortalezas defensivas. Así, su parte exterior presenta una arquitectura más de tipo militar, mientras que al interior se levantaron grandes salones acorde con un estilo señorial.
En este castillo tienes la oportunidad de hacer visitas guiadas teatralizadas para que tengas una experiencia muy inmersiva en la época medieval. Así entenderás mucho mejor su maravillosa historia.
Alrededor del castillo se ha realizado una rehabilitación que busca recrear algunos detalles de la vida diaria del siglo XV en el lugar. Por ejemplo, es posible ver huertos de plantas medicinales, de cereales y espacios especiales en los que se recrean torneos y justas medievales.
El castillo se encuentra cerrado los lunes por mantenimiento, abre los otros días a partir de las 10:00 am y debes reservar previamente para participar en las actividades. Puedes llegar mediante autobús o utilizando tu coche y está permitido tomar fotografías en el interior.
7. Castillo de Belmonte, Cuenca (Castilla-La Mancha)
Sobre el cerro San Cristóbal se levanta este imponente castillo edificado en el siglo XV por orden del marqués de Villena. Fue concebido como un palacio fortaleza, por tanto tenía función defensiva y también era la residencia del marqués.
Tiene una arquitectura única, ya que su planta tiene la forma de una estrella de 6 puntas, la cual no se ve en ningún otro castillo europeo. Los torreones en los vértices de la estrella tienen 22 metros de altura y su estilo es gótico mudéjar.
Si quieres disfrutar de una experiencia inolvidable, asiste a las recreaciones históricas del castillo de Belmonte. Te sentirás transportado a la España del siglo XV, con duelos de espadas, tiros al arco y hasta una exhibición de cetrería.
En el recorrido por esta hermosa fortaleza podrás visitar sus 7 torres (las 6 de los vértices y la del Homenaje), comunicadas por el adarve. Asimismo, no dejes de recorrer su impresionante Plaza de Armas con su entrada de arco gótico y el aljibe excavado en roca, con más de 40 metros de profundidad.
El Castillo de Belmonte es de propiedad privada y lo puedes visitar todos los días, con excepción de los lunes, aunque abre toda la semana en agosto y festivos. La entrada incluye una audioguía y te recomiendo no perderte las visitas nocturnas que organizan en agosto.
6. Castillo de los Templarios de Ponferrada (Castilla y León)
Ubicado sobre una colina entre los ríos Sil y Boeza, la historia de este emplazamiento se remonta a la Edad de Hierro. Igualmente, se considera que llegó a ser un castro celta y también hay registro de asentamientos romanos y visigodos.
Este increíble castillo con unos 8.000 m² de extensión, cuenta con una planta en forma de polígono irregular y se pueden reconocer edificaciones de dos épocas distintas. La parte norte de la fortaleza data del siglo XII y el resto de la construcción se ubica en el siglo XV.
Si vas a Ponferrada en verano, no puedes perderte la celebración de la Noche Templaria en su castillo, con la primera luna. Aquí vivirás momentos como la ordenación de los nuevos caballeros y el gran desfile templario.
No se puede considerar realmente como un solo edificio, sino como un conjunto de construcciones de diferentes épocas, asociadas a su rica historia. En esta la Orden del Temple tiene un gran papel, ya que el castillo fue cedido a los caballeros templarios en el siglo XIII.
El castillo puede ser visitado durante todo el año, estando cerrado el lunes y si quieres entrar de forma gratuita, planifica ir un miércoles, el 12 de octubre o el 6 de diciembre. Se ubica en el casco antiguo de la ciudad de Ponferrada, por lo que es muy fácil llegar y forma parte del paso de muchos peregrinos en el camino de Santiago.
5. Castillo de Coca, Segovia (Castilla y León)
Está considerado como una de las edificaciones que mejor representa a los castillos señoriales de Castilla en el siglo XV. Fue construido por el arquitecto Alí Caro, por órdenes del entonces obispo de Ávila, Alfonso de Fonseca y actualmente lo maneja la Junta de Castilla y León.
Este castillo es totalmente de estilo gótico mudéjar, en el cual se utilizó el ladrillo como material de construcción y decorativo. Aquí podrás disfrutar de espectaculares representaciones de la decoración mudéjar tanto en el exterior como interior, con los ladrillos decorados en los colores y formas geométricas típicas de este estilo.
Este es uno de los castillos que puedes conocer al realizar la ruta medieval por España por las ciudades de Segovia, Toledo, Ávila y Salamanca, de la mano de La Ardilla Voladora. Todas estas ciudades medievales se encuentran ubicadas en el centro peninsular y no demasiado lejos las unas de las otras, lo cual las hace perfectas para sentirse casi como en un cuento de hadas.
En ellas, podrás encontrar gran variedad de ejemplos de arquitectura medieval e incluso ejemplos de arquitectura civil romana. Por ejemplo, en Segovia, además del Castillo de Coca o el Alcázar, que vamos a ver en esta lista, se encuentra el famoso acueducto romano, que se encuentra en perfecto estado a pesar de contar con más de 2000 años de antigüedad. En Toledo, conocida como “la ciudad de tres culturas”, puedes encontrar la Sinagoga de Santa María la Blanca y el Monasterio de San Juan de los Reyes, además del Museo de El Greco.
Aunque Ávila es una ciudad más pequeña, no tiene ningún desperdicio. Su muralla es una de las mejor conservadas de España y su Catedral es sorprendente. Por supuesto, en Salamanca, ciudad declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco desde 1988, contiene la Universidad más antigua de España, que destaca por su fachada de estilo plateresco.
A diferencia de la mayoría de los castillos españoles, el de Coca se asienta sobre un escarpado y no en lo alto de una colina. Además está rodeado por un pozo ancho y profundo que servía de defensa contra los atacantes.
La edificación está muy bien conservada y se visualiza desde distintos ángulos, mostrando una apariencia impresionante. Una curiosidad es que ninguna de sus puertas sobrepasa los 1,8 metros de alto, por lo que debes tener cuidado si tienes una gran altura.
Si quieres visitar el castillo de Coca, debes hacer una reserva anticipada con al menos 48 horas de antelación y te deben confirmar la visita. Toma en cuenta que está cerrado los primeros martes de cada mes así como todo el mes de enero y consulta los horarios de cada temporada.
4. Castillo de Belalcázar, Córdoba (Andalucía)
La construcción de esta fortaleza de estilo gótico militar se inicio en la segunda mitad del siglo XV y se ubica sobre un alto cerro, desde donde se domina la ciudad. Está rodeado de campos de olivo y ocupa una superficie aproximada de 2,5 hectáreas.
La muralla exterior del castillo tiene forma irregular, ya que fue construida adaptándose a la forma del terreno. En el conjunto de la fortaleza se observan unas 21 torres, siendo una de las más conocidas la Torre de Vargas, la cual se ubica junto a un arroyo.
La Torre del Homenaje del castillo de Belalcázar tiene una altura de 47 metros, siendo la más alta en la Península Ibérica. Además, tiene unas mazmorras muy bien conservadas.
En la parte interior de la muralla, se encuentra el palacio que es más de estilo renacentista y data del siglo XVI. Estas estancias contaban con hermosos artesonados de estilo mudéjar y tenían un aspecto monumental.
Si planificas visitar la zona de Córdoba y sus alrededores, no puedes dejar de conocer esta maravilla arquitectónica. Para esto, debes reservar los lunes en la Junta de Andalucía, donde te indicarán la fecha y hora de tu visita guiada.
3. Castillo de Peñafiel, Valladolid (Castilla y León)
Desde la plaza del Coso en Peñafiel es posible apreciar la grandeza de este hermoso castillo que se levanta sobre una colina a 200 msnm, proyectándose sobre la planicie castellana. En su emplazamiento se edificaron fortalezas desde el siglo X, pero el castillo actual se remonta al siglo XV.
Fue construido siguiendo a la escuela de Valladolid, que se caracteriza por su gran planta cuadrada y una alta Torre del Homenaje. El castillo de Peñafiel tiene la forma de un navío muy estrecho, con 210 metros de largo y solo 35 de ancho, que se aprecia principalmente en las vistas frontales del también conocido como “Buque de Castilla”.
Al visitar el castillo no te pierdas las espectaculares vistas del valle del Duero y del valle del Duratón desde sus murallas. Y no dejes de subir la Torre del Homenaje y disfrutar de la increíble perspectiva de la muralla.
Desde el año 1.999 funciona en sus instalaciones el Museo Provincial del Vino, por lo que es una visita obligada para los amantes de la enología. Así, que también tendrás la posibilidad de hacer catas y degustaciones con caldos que cuentan con la DO Ribera del Duero.
Al planificar tu visita al castillo de Peñafiel toma en cuenta que los lunes se encuentra cerrado por mantenimiento y los horarios varían en distintas épocas del año. Lo mejor es adquirir una entrada que incluya el Museo del Vino con la visita guiada al castillo y no dejes de combinarlo con una exquisita cata de los vinos de la región.
2. Palacio Real de Olite (Navarra)
Es un monumental complejo constituido por tres zonas distintas y que fue levantado a principio del siglo XV, por orden del rey de Navarra, Carlos III; con fines cortesanos. Durante el Reino de Navarra fue una de sus sedes y actualmente ha sido nombrado Monumento Nacional.
Es la edificación medieval más importante de Navarra, siguiendo un estilo gótico francés y está formado por tres partes. Las mismas son el Palacio Viejo, que hoy en día es un Parador Nacional, el Palacio Nuevo y las ruinas de la capilla de San Jorge.
Cuando vayas al castillo de Olite, no dejes de ver la morera negra (Morus nigrus) en el patio que da a la Sala Mudéjar. Ha sido declarada Monumento Natural y se estima que tiene unos 500 años de edad.
Este palacio sufrió graves daños en 1813, debido a un incendio y fue reconstruido en el siglo XX, por lo que hoy puedes disfrutar de su esplendor. Al visitarlo uno de los lugares más importantes es la Sala Mudéjar, donde disfrutarás de la decoración de yesos original de la época.
El Palacio de Olite está abierto todos los días, a excepción de algunas fechas señaladas desde las 10:00 am. Te recomiendo que tomes alguna de sus visitas guiadas y si vas con los niños, no dejes de hacer la visita infantil, especialmente diseñada para los más pequeños.
1. Alcázar de Segovia (Castilla y León)
Nombrado Patrimonio Mundial de la Humanidad por la Unesco, se considera uno de los castillos medievales más hermosos de Europa. En su emplazamiento se han encontrado restos romanos, por lo que su historia es ya milenaria, aunque el edificio se construyó en el siglo XII.
Este castillo de cuentos de hadas tiene en su parte exterior un foso de 26 metros de profundidad que lo rodea, un puente de piedra para el acceso y la Torre del Homenaje. En cuanto a su planta, es de forma irregular, ya que se fue ajustando al terreno de la colina donde fue edificado.
Si el Alcázar de Segovia te es familiar, probablemente se debe a que el famoso castillo de Blancanieves de Disney, se inspiró en este. Al igual que el Alcázar, el castillo está en un acantilado y tiene altas torres circulares.
Cuando visites el Alcázar, no puedes dejar de ver la Torre de Juan II, ubicada en la entrada, muy cerca del foso. Tiene más de 80 metros de altura, es de estilo gótico civil español y desde sus almenas podrás disfrutar de hermosas vistas de la ciudad de Segovia.
El Alcázar está abierto al público todos los días del año, con algunas excepciones en diciembre y enero. Si vas con tu familia o amigos, lo mejor es que contrates un guía para tu grupo que te explique la historia de este magnífico monumento, lo cual debes reservar con antelación.