15 cosas típicas de Madrid

15 cosas típicas de Madrid

Una de las ciudades más cosmopolitas de Europa es la capital de España, Madrid, un lugar donde podrás disfrutar de grandes atracciones y una gastronomía deliciosa. La tierra del cocido y los callos, donde quedas con los amigos en el kilómetro 0.

Decir Madrid, es hablar de una mañana de domingo en el Rastro, para terminar tomando unas cañas en alguna terraza de La Latina. Es vestirse de chulapo y bailar el chotis “agarrao” los 15 de mayo y celebrar el triunfo de tu equipo en La Cibeles o la fuente de Neptuno.

No dejes de probar los bocadillos de calamares en la Plaza Mayor o disfrutar de sus maravillosos parques como El Retiro o Casa de Campo. Ven a recorrer las calles mágicas de Madrid y conocer parte de las costumbres y cosas típicas que tiene para ofrecerte.

9 cosas típicas de Madrid

Cocido madrileño

Un plato que se ha vuelto referencia de la gastronomía madrileña, que tiene sus raíces en la adafaina que preparan los judíos sefardíes para el Shabatt. La base es garbanzo, acompañado con otras verduras, carnes y distintos embutidos como el chorizo y la morcilla.

Según el escritor culinario Teodoro Bardají, el cocido es un plato que se hace solo, por lo que «si sale mal, él tendrá la culpa, si sale bien, él sabrá».

La receta del cocido madrileño, tal como ha llegado hasta nuestros días, se remonta al siglo XVII, cuando era la comida de las clases más humildes. Posteriormente, alcanzó a todas las clases sociales y en el siglo XX se había convertido en un plato regular en las mesas de los madrileños.

Por lo general, el cocido se suele comer más en invierno, debido a que es bastante calórico y un plato caliente. Es frecuente que se incluya en el menú del miércoles en los restaurantes, aunque aquellos especializados lo ofrecerán cualquier día de la semana.

Las fiestas de San Isidro

Es el patrono de Madrid y se celebra el 15 de mayo principalmente en el barrio de San Isidro, en la zona de Carabanchel. La historia indica que San Isidro Labrador nació en Madrid y era un experto encontrando pozos de agua subterráneos, además de hacer varios milagros.

Por tanto, luego de su muerte se hizo una ermita en su honor y comenzó la tradición de peregrinar hasta la misma los 15 de mayo y tomar agua del manantial cercano. Luego, las personas pasaban el día de pícnic y disfrutando de las verbenas en la pradera de San Isidro.

Es tradición que los niños madrileños se vistan alguna vez en su vida de chulapo durante las fiestas de San Isidro.

Las fiestas resaltan las costumbres más castizas de Madrid, como bailar el chotis “agarrao”, comer cocido o entresijo o deleitarse con las rosquillas del santo. Además, muchos visten con el traje de chulapo y chulapa, representando la chulería de los habitantes del barrio de Malasaña a finales del siglo XIX.

Los churros con chocolate de San Ginés

Si hay algo que encanta no solamente a los madrileños, sino a muchos españoles, es disfrutar de una buena taza de chocolate para mojar unos crujientes churros en esta. El chocolate era la bebida para tomar en las tardes, hasta que a principios del siglo XX cuando popularizó tomar un café.

En Madrid, el sitio más tradicional para gozar de unos buenos churros con chocolate, es la chocolatería San Ginés. La misma se inició en 1894 y mantiene el ambiente de esa época, abriendo durante todo el año.

Si has decidido recibir el año en la tradicional Puerta del Sol, puedes ir a tomar el primer chocolate con churros de Año Nuevo en San Ginés.

San Ginés queda muy cerca de la Plaza Mayor y la Puerta del Sol, y en un día puede que sirva hasta 2.000 chocolates. En sus distintos salones, destaca el contraste entre las paredes verdes y el blanco de sus mesas de mármol, además de las fotografías de las celebridades que los han visitado.

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La fuente de La Cibeles

Sin duda alguna, este es el monumento más conocido de Madrid y el lugar donde los madrilistas celebran sus triunfos en la cancha. La fuente fue diseñada y construida en el siglo XVIII por mandato de Carlos III y tiene más de 230 años de vida.

Cibeles es el lugar de celebración de los madrilistas, pero hasta 1985 la compartían con los fanáticos del Atlético, que luego decidieron mudarse a la Fuente de Neptuno.

Forma parte de un conjunto arquitectónico, que incluye distintas fuentes inspiradas en la mitología como la de Neptuno y Apolo. Fue diseñada por Ventura Rodríguez y la figura principal es la diosa Cibeles, quien va en un carro tirado por leones.

En sus inicios, la fuente servía como abastecimiento de agua para los madrileños y para 1895 se trasladó hacia la parte central de la plaza donde se encuentra. Entre algunas cosas interesantes, es que el agua de esta fuente se encuentra canalizada hacia la Cámara de Oro del Banco de España y, en caso de alarma, inundaría toda el área.

El agua

Cuando hables con un madrileño, seguramente te dirá que no hay agua como la de su ciudad. Y tan es esto cierto, que se estima que más del 95% de los habitantes de la ciudad prefiere tomar el agua del grifo y suelen pedirla cuando van a bares y restaurantes.

Según los expertos, tomar agua embotellada en Madrid no tiene mucho sentido, ya que la del grifo es totalmente potable y sin ningún tipo de químicos o residuos.

El buen sabor del agua madrileña tiene que ver con su lugar de origen, ya que proviene de la sierra que rodea la ciudad, que es básicamente granítica y lleva menos cal. Esto hace que sea un agua de excelente calidad, a la que se hacen análisis de manera constante, a fin de garantizar que se encuentra en condiciones óptimas.

Las tapas

Algo muy característico de Madrid, es salir de tapas con los amigos e ir recorriendo distintos bares para degustar las más deliciosas. Cada uno tiene su tapa estrella y para gozar de la noche madrileña, debes organizar una ruta que te lleve a los mejores sabores.

La mejor manera de conocer la rica gastronomía madrileña y empaparte de la alegría de la ciudad, es ir de tapeo por las rutas más conocidas.

Entre las más tradicionales están las patatas bravas, para las que cada bar tiene su receta secreta de la salsa, que las hacen especiales. Tampoco pueden faltar las gallinejas (tripas de cordero), que es una tapa muy madrileña, los huevos estrellados o los caracoles.

Cuando salgas de tapas, elige alguna de las zonas del centro de Madrid que son famosas por tener los bares más emblemáticos. Entre otros, destaca el Docamar, que destaca por sus patatas bravas, Casa Lucio por sus huevos estrellados o El Abuelo. que ofrece las mejores gambas.

Bocata de calamares

Los turistas que visitan Madrid suelen asociar su gastronomía con los callos, entresijos o el cocido, pero no es lo que piensan muchos madrileños. Para estos, uno de sus platos más típicos es el bocadillo de calamares, que se sirve en casi todos los bares de la ciudad.

Una tradición cuando recibes una visita de fuera de la ciudad, es llevarlo a comer un bocata de calamares en la Plaza Mayor.

Durante principios del siglo XX, los pequeños restaurantes se hicieron populares en la ciudad y muchas de sus cocineras eran de ascendencia andaluza. Las mismas introdujeron muchas recetas con pescados y mariscos, ente los cuales el calamar era de los favoritos por no tener espinas y no mermar demasiado.

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Parque El Retiro

Su nombre oficial es Parque del Buen Retiro y es una de las principales atracciones turísticas en Madrid, además de ser el lugar donde muchos madrileños hacen deporte. El mismo es un parque público y jardín histórico, con unas 125 hectáreas de superficie, con algunos elementos paisajísticos y arquitectónicos que datan del siglo XVII

Para disfrutar de los rosales más hermosos de Madrid, lo recomendable es hacer un paseo por La Rosaleda de El Retiro.

Ubicado en pleno centro de la ciudad, este parque se ha convertido en una de las áreas verdes más importante para sus habitantes y visitantes. Además, es reconocido como Patrimonio Mundial de la Humanidad por la Unesco y sus 15.000 árboles lo hacen un importante reservorio de la biodiversidad de Madrid.

Los callos a la madrileña

Junto con el cocido, una de las referencias gastronómicas más conocidas de la ciudad, son sus callos, los cuales se suelen servir como tapas en muchos bares. Aunque se desconoce su origen exacto, ya aparecen referencias al plato para el año 1599, cuando era una comida típica de las tabernas.

Los callos se suelen maridar con vino tinto y el chorizo más común para acompañarlo es el de Cantimpalos (Segovia). 

Los callos se elaboran con las tripas de la vaca, las cuales se suelen comprar en las casquerías (lugar especializado en la venta de vísceras). Además de las tripas, también incluye parte del morro y las patas del animal, se acompaña con rodajas de morcilla y chorizo y se sirve bien caliente.

6 costumbres madrileñas

Ir al Rastro los domingos

En España es común ir a comprar a los mercadillos (mercados al aire libre), que se colocan en la mayoría de los pueblos y ciudades. Uno de los más famosos y antiguos, es el conocido Rastro de Madrid, que tiene más de 400 años de historia.

El nombre del mercadillo viene del rastro de sangre que quedaba cuando se trasladaban las reses a las curtidurías cercanas a la zona donde se colocaban los puestos.

Este es uno de los mercados al aire libre más grandes del país, que abre todos los domingos en el Barrio La Latina, en horario de 9:00 a 15 horas. Hay calles que están especializadas en la venta de algunos productos particulares, como la Fray Ceferino González en la venta ambulante de animales, particularmente pájaros.

Un paseo frecuente cuando los domingos están soleados, es visitar el Rastro y recorrer sus distintos puestos en busca de tesoros a precios económicos. Si vas a practicar el fino arte del regateo, te recomiendo ir temprano (entre las 10:00 a 11:00), cuando los vendedores no están muy agobiados con la gran cantidad de compradores.

Quedar en el kilómetro 0

Uno de los lugares más emblemáticos de Madrid es la Puerta del Sol, que suele ser el lugar de encuentro cuando quedas con amigos. Lo más frecuente es citarse en el famoso kilómetro 0 o en la estatua del Oso y el Madroño.

Si quieres llegar al kilómetro 0, puedes hacerlo en distintas rutas de metro y autobús, así como en el tren.

Ambos monumentos están muy cercanos uno del otro y suelen ser lugar obligado de visita para los turistas. El kilómetro 0 es una pequeña baldosa que indica el punto de inicio de la red de carreteras nacionales de España, las cuales parten de Madrid hacia lugares como el País Vasco, Valencia o Galicia.

Como dato curioso, esta placa sirve de referencia para numerar las calles de la ciudad, dando el número 1 a aquella más cercana a la puerta del Sol. La placa que puedes ver actualmente, fue colocada en 2009, que reemplazó a la anterior cuando se remodeló la plaza.

Ir a las pre uvas en la Puerta del Sol

Si alguna vez has seguido las celebraciones de Año Nuevo en España, habrás visto las campanadas desde el reloj de la Puerta del Sol. Cada año, miles de personas se reúnen en este icónico lugar de Madrid a tomar las 12 uvas a medida que suenan las campanadas.

Es frecuente que los padres lleven a los niños a los ensayos del reloj al mediodía, cuando hay menos gente y estos coman gominolas en vez de las uvas.

Lo que probablemente no sabías, es que el día 30 y 31 de diciembre, los maestros relojeros encargados del reloj del sol hacen pruebas para ponerlo a punto. Las mismas se hacen el 30 a las 12 del mediodía y medianoche, así como el 31 a las 12:00 horas.

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Cada vez es más frecuente que los madrileños vayan a las pre uvas, ocurriendo que el 30 en la noche se reúne casi tanta gente como lo hacen en Nochevieja. Este día se consume un sustituto de las uvas, ya que se considera que comerlas antes de recibir el año nuevo es de mala suerte.

Visitar Cortylandia en Navidad

Si preguntas a un madrileño sobre cuáles son sus recuerdos más agradables de la infancia, seguramente uno de estos será las visitas a Cortylandia en Navidad. Este es un espectáculo infantil navideño que se monta cada año en la sede de El Corte Inglés de las calles Preciados con Callao.

La entrada a Cortylandia es gratuita, por lo que se forman grandes aglomeraciones para disfrutar del espectáculo, que es el favorito de los niños madrileños.

La tienda por departamentos está distribuida por toda España y es una de las más reconocidas por los compradores españoles. Esta tradición comenzó en 1979 para promocionar la sede de Preciados y, en principio, se iba rotando por distintos locales del país.

Consiste en muñecos animados que tienen unos 14 metros de alto y unos 40 metros de ancho, acompañados con música navideña. La exhibición se abre desde finales de noviembre hasta el 1 de enero y cada año se cambia la temática como elfolandia o un cuento de Navidad.

El pícnic en Casa de Campo

La Casa de Campo es el parque público más grande de Madrid, el cual se ubica al oeste de la ciudad y tiene una superficie de 1722 hectáreas. En el mismo, puedes hacer una gran cantidad de actividades al aire libre como pasear en barca por su lago o viajar en el teleférico.

Un buen plan para hacer con los chicos, es visitar el Zoo de Madrid y luego ir a los merenderos para disfrutar del pícnic.

Una de las tradiciones de muchos madrileños los domingos, principalmente si tienen niños, es irse de pícnic a Casa de Campo. Este parque cuenta con zonas arboladas para merenderos, que son ideales para compartir una comida informal, mientras los chicos se divierten corriendo o jugando a la pelota.

Tomar cañas en La Latina

España es un país que gusta de tomar cerveza, y cuando se sirve en vaso, se suele hablar de una “caña”. Parte de la cultura madrileña, es irse de cañas por distintos bares, las cuales se acompañan con las infaltables tapas características de cada lugar.

La resaca después de una noche de marcha, se pasa mejor si te vas un rato al Rastro y terminas con unas cañas en La Latina.

Uno de los lugares favoritos de los madrileños para pasar un rato tomando unas cañas en una terraza con los amigos, es el barrio La Latina. Este se considera uno de los lugares más castizos de la ciudad, el cual mantiene gran parte de su arquitectura original.

La Latina tiene una gran cantidad de calles peatonales, que terminan en múltiples plazas, donde se han ubicado numerosos bares y terrazas. Estas permanecen abiertas desde la primavera hasta bien entrado el otoño y es una de la ruta de tapas más famosas de la ciudad.